Como astrofotógrafo, la contaminación lumínica me supone un problema muy grave y que afecta de manera enorme a mi trabajo. Pero además de eso, también afecta la vida de millones de personas y animales en todo el mundo. Por eso me gustaría contarles un poco sobre la Semana Internacional de Cielos Oscuros.
En 1988 se fundó la International Dark Sky Association (Asociación Internacional de Cielos Oscuros), una organización sin fines de lucro que promueve la preservación y protección de ambientes nocturnos y que busca disminuir la contaminación lumínica, que no solo afecta al cielo nocturno, también a los animales, como explican en este documental:
Esta asociación celebra cada año en abril la Semana de Cielos Oscuros, tratando de concientizar a la gente sobre el gran problema de la contaminación lumínica en nuestro planeta. Para ello hay varias páginas donde enseñan a iluminar de manera responsable los exteriores de nuestras casas y la vía pública, como así también sobre las problemáticas que genera el mal uso de la luz por la noche.
Por suerte hay lugares que ya están tomando nota de esas sugerencias. Por ejemplo en Córdoba, donde estoy viviendo, la localicad Tío Pujio hace poco adoptó el uso de luces LED para ser más sustentable y de paso combatir la contaminación lumínica.
Por otro lado en Tinogasta, a pesar de tener muy pocas luces LED, tenemos la suerte de poder ver nuestra galaxia, la Vía Láctea, simplemente alejándonos unos pocos kilómetros de la ciudad, como se ve en esta foto que capturé desde Cachiyuyo a 9 km del centro (en línea recta).
Si bien hay bastante contaminación, la Vía Láctea está ahí y también hay varias estrellas visibles cercanas al horizonte. Incluso he podido distinguir (con dificultad) parte del centro galáctico desde el patio de mi casa.
La foto de arriba solo tiene corrección de balance de blancos y reducción de ruido, no quise tocarle nada más para que puedan apreciar realmente lo que digo.
Un corto muy lindo sobre el tema es The Day the Lights Went Out, que trata sobre un hombre que pinta el cielo nocturno pero con el tiempo eso se pierde, hasta que un día redescubre esa pasión olvidada y recuerda lo mucho que disfrutaba pintarlo (lo cuento resumidamente porque está en inglés y no tiene subtítulos en español).
En el año 1994 pasó algo relacionado al cortometraje en Los Angeles. Hubo un terremoto y la ciudad se quedó sin luz. Fue entonces que varias personas llamaron a emergencias diciendo que "en el cielo había una nube enorme, extraña y media plateada". Lo que esa gente no sabía era que esa nube se trataba de la Vía Láctea, algo que acababan de ver por primera vez 🙂
Si ustedes también quieren ver la Vía Láctea, esta es la mejor época ya que se divisa el núcleo por encima del horizonte hacia el Este apenas se va la última luz de la tarde.
Y si están en Tinogasta, aprovechen que están cerca, vayan a la ruta de Los Seismiles con unos mates, abrigo y disfruten de los cielos únicos que tenemos allá.