A lo largo del mes el ciclo de la Luna va cambiando, permitiéndonos ver más estrellas en el cielo a medida que la luz que emite va disminuyendo, pero a la vez tenemos un paisaje menos iluminado, especialmente cuando la Luna se oculta y sólo queda la luz de las estrellas. Es ahí donde una de las únicas opciones que nos queda es iluminar de manera artificial, para evitar tener una simple foto del cielo con el suelo negro y sin detalle.
Iluminar un paisaje de manera artificial es todo un reto. Necesitamos tener muy presente que el paisaje que queramos iluminar tiene que ser pequeño/mediano (a menos que dispongamos de luces con muchos lúmenes y que abarquen mucho terreno, pero difícilmente sea el caso), sobre todo si tenemos intención de iluminar para un time-lapse, donde la luz es necesaria durante varias horas de manera continua.
Teniendo eso en cuenta, vamos a ver cómo podemos iluminar de manera correcta un paisaje, pero quiero dejar muy en claro que esto es más que nada una técnica de prueba y error. Incluso para mí que tengo cierta experiencia, cada vez que tengo que iluminar un paisaje me lleva bastante tiempo, porque no todos los paisajes son iguales, siempre va a haber alguna variable que los va a hacer diferentes a la hora de iluminarlos.
Por qué iluminación artificial
Me parece que es importante destacar por qué es necesario iluminar de manera artificial antes de continuar. Me he encontrado con muchas fotos en Internet donde el cielo es espectacular, las estrellas son hermosas, pero en el suelo no hay nada, se ve todo negro. Creo que es necesario darle contexto a la fotografía nocturna de paisaje. Si hacemos una foto de un cielo hermoso con el suelo negro, por más que de epígrafe le pongamos dónde la sacamos, yo considero que es una foto más del montón, porque no nos da una ubicación real del lugar donde fue tomada. Al fin y al cabo estamos mostrando lo que vimos con una imagen, no con palabras, de eso se trata la fotografía. Y si mostramos un suelo negro, no estamos ubicando al espectador en ningún lado en particular, ya que el cielo es igual en todo el planeta (con la excepción de los diferentes hemisferios, pero se entiende a qué voy).
Existe una posible alternativa, podríamos no iluminar el paisaje y hacer una doble captura. Es decir, capturar primero el cielo con una exposición de digamos 20-30" con ISO 3200, y luego hacer una exposición de digamos 5' con ISO 400. De esa manera tendríamos dos imagenes que luego podríamos unir en post producción, pero recordemos que estamos hablando de un time-lapse, y que si por ejemplo estamos moviendo la cámara esa opción de unir imagenes no nos serviría. Sin mencionar que a la imagen que saquemos del suelo, que di como ejemplo 5', en realidad dependiendo del lugar, podría llevar mucho más tiempo, y ni hablar si tenemos activada la reducción de ruido en nuestra cámara.
Por otro lado, al iluminar el paisaje, vamos a obtener directamente una imagen donde tanto el cielo como el suelo van a estar bien expuestos, y nos evitamos tener que hacer todo el trabajo de unir en post producción. Entonces, teniendo en cuenta eso, vemos por qué es mejor iluminar artificialmente nuestro paisaje, aunque como dije anteriormente, va a tener una limitación, que va a estar relacionada con las dimensiones del mismo.
Utilizando luces LED de emergencia
Voy a hablar en base a mi experiencia de las únicas luces que he utilizado durante estos últimos años para iluminar mis paisajes, y digo únicas porque hasta el momento es lo que me ha funcionado, por lo que no he tenido necesidad de buscar otra alternativa.
En mi caso yo uso luces LED de emergencia (tengo un modelo más viejo que ese, pero imagino que al ser la misma marca deben tener una temperatura de color similar), esas luces económicas que podemos comprar en cualquier casa de electricidad. Uso esas luces porque para un time-lapse, como dije anteriormente, la iluminación tiene que ser continua, y estas tienen una duración de la batería bastante prolongada, por lo que las convierte en aparatos ideales.
Por otro lado, hacer light painting no nos serviría porque habría cambios de luminosidad. Imaginense tener que pintar 300 frames durante toda la noche, primero que el video final sería un caos lumínico, y segundo que no hay brazo que aguante tanto tiempo moviendo una linterna.
Si bien estas luces son ideales por la duración que tienen, lamentablemente presentan un problema muy grave, que cuando empecé a iluminar mis paisajes no tuve en cuenta: la temperatura de color está muy alejada de lo que necesitamos para tener un cielo con colores neutrales, como se puede ver en esta foto:
Ahí el cielo está rojo, pero el suelo tiene un color más natural. En este caso, que fue una de las primeras fotos que iluminé, preferí dejar que el suelo tuviese un color correcto en lugar de tener el cielo más neutral, digamos que quedaba menos peor así.
De esta foto aprendí que necesitaba modificar la temperatura de color de mis luces. La manera más sencilla de hacer eso fue envolviéndolas en un trapo naranja de fiselina. ¿Por qué fiselina? Porque es una tela que deja pasar la luz, es un poco transparente, entonces no la bloquea completamente ni le baja tanto la intensidad, es el trapo perfecto.
Estas luces están pensadas para que las puedas colgar en una pared, por ejemplo, por lo que tienen huecos para tornillos en la parte trasera. De ahí se me ocurrió hacer unas planchuelas para poder colocarlas en el trípode. De esta manera puedo manipular mucho mejor la luz según la altura que me haga falta y no estoy limitado a solamente tenerla tirada en el piso, cosa que no es para nada ideal.
En la segunda imagen, que está bastante fuera de foco, iluminé la montaña para poder mostrar la forma de la cara de un indio, algo que se veía solamente si se iluminaba de manera artificial. Esa noche había luz de Luna, por lo que al usar la luz sin el trapo no tuve problemas con la temperatura de color (a diferencia de la imagen que está más ariba con el cielo rojo).
Otras consideraciones
A la hora de iluminar hay que tener en cuenta dos cuestiones: la exposición de la cámara y por consecuencia la distancia de la luz al sujeto.
Al hacer fotografía nocturna vamos a utilizar ISOs altos para que nuestro sensor sea más sensible, porque necesitamos que reciba la mayor cantidad de luz posible, y vamos a usar una apertura bastante grande con tiempos de exposición de 20 a 30 segundos, por la misma razón, para capturar toda la luz posible. Por esto hay que tener mucho cuidado con las luces que utilicemos, porque aunque parezca que están iluminando poco, en realidad están iluminando muchísimo.
Tomemos como ejemplo este time-lapse realizado a ISO 3200, f/4, 30s de exposición:
Vemos que la luz viene de la derecha de la cámara, pero no sabemos a que distancia está. Podría estar pegada al borde del encuadre como podría estar bastante más lejos. Por suerte tengo una foto de esta toma donde podemos ver exactamente la distancia a la que se encontraba la luz:
La pantalla de la cámara se ve abajo entre la luz y la formación rocosa, eso les va a dar un parámetro de a qué distancia se encontraba la luz, que estaba bastante lejos de la formación porque la intensidad era alta, por lo tanto al alejarla la cantidad de luz que le llega a la formación rocosa es menor y así evité que se me quemara, mientras que a la vez logré igualarla con la exposición del cielo.
Me parece que es importante que lo que iluminemos no quite atención del cielo, es decir, el suelo no debería resaltar tanto a diferencia de las estrellas porque los resultados no suelen ser muy buenos a la vista. Hay que prestar mucha atención a la hora de iluminar para evitar sobre exponer el suelo, si lo hacemos vamos a perder detalle en la imagen que luego dificilmente vamos a poder recuperar en post producción, incluso disparando en raw.