El pasado 25 de mayo se nos fue una nueva excursión fotográfica nocturna en Tinogasta junto a reincidentes 😛 (amigos que regresaron) y nuevos amantes de la fotografía, que vivieron una hermosa experiencia bajo uno de los cielos más limpios del norte argentino.
En esta oportunidad visitamos el bosque de algarrobos del Campo de los Morteros y el dique de Andaluca con su llamativo puente colgante.
Durante las salidas de campo aprendimos un poquito sobre la cultura y geografía tinogasteña de la mano de Carlos Buslaiman y Pelín Irazu y algo de astronomía básica y fotografía nocturna de paisaje (con una helada incluída) de parte de quien escribe.
Para la primera noche todos los pronósticos que suelo consultar fallaron por unas 3 horas, pero apenas empezó a aparecer el centro galáctico cerca de las 21:30, poco a poco se despejó y nos tocó una noche increíble. Para el día siguiente ya no vimos ni una nube, ni siquiera durante el día.
Durante la cena de bienvenida vivimos una nueva entrega de los premios Sin Nombre (en desarrollo) y esta vez se lo llevó alguien que no había venido a hacer fotografía nocturna a Tinogasta, pero que tuvo una interesante travesía hasta arribar al pueblo. Por suerte Santiago llegó a tiempo para disfrutar de una linda cena con otros adictos a la fotografía y recibir su más que merecido premio.
Por último, quien también podría haberse llevado un premio a la pasión por la fotografía nocturna fue Gastón, quien pasó de largo luego de volver de Andaluca y se fue solo a capturar algunas fotos de la iglesia de La Falda cerca del amanecer, momento justo en el que la Vía Láctea estaría en la composición hacia el Oeste:
...pero no hubo premio para él esta vez, porque ya se lo llevó en la primera edición 😛
Muchísimas gracias a todos los participantes por llegarse hasta Tinogasta a pesar de tener todo a trasmano y con una logística complicada para llegar, pero que creo es parte de la experiencia para poder vivir estos cielos que en otros lugares son casi imposibles de observar y fotografiar.
Gracias a Flor Hansen, Sergio Rodríguez, Gastón Márquez, Fer Orioli, Gastón Cocchis, Alicia López, Marcela Necchi, Irene Momesso, Santi Olivera y Ema Dichiara por la buena onda, espero que se hayan llevado unas hermosas fotos con todo lo aprendido.
Gracias a toda la familia Irazu por la excelente atención brindada en Las Parinas Hostal de Adobe. Y gracias a Tullio Robaudi por permitirnos apagar por un momentito las luces de la iglesia para que Gastón pueda conseguir esa foto que venía planificando desde hace tantos meses.
¡Los esperamos para una nueva aventura!
Para los que somos reincidentes(en mi caso por tercera vez ya) una nueva experiencia fotográfica con una organización impecable como nos tienes acostumbrados Leandro con su excelente predisposición y don de gentes, un anfitrión que hace que reincidamos una y otra vez muchos porque disfrutar los cielos limpios de sus pagos es realmente maravilloso. No puedo dejar de mencionar a la familia Irazu de Las Parinas que hacen que estemos como en casa y no quiero olvidar a Carlos "El Gallo" quien siempre nos deleita con las historias y anécdotas que atesora en su mente.
Como bien dijo Leandro especial agradecimiento a Tulio Robaudi por permitir apagar las luces y hacer posible que un astrofotógrafo apasionado como yo que recorrió 1700 km para llegar pueda fotografiar la Iglesia de Nuestra Señora de Andacollo. Fue un momento épico que mas allá de las fotografías obtenidas estará siempre en mi mente.
Gracias a todos los que formaron parte de este grupo por estos días vividos y compartidos en tierras Catamarqueñas.
¡Muchas gracias por volver Gastón!